Jesús Espinoza
La Chinita
Jesús Espinoza
17 años
Alumno del CECAL Fe y Alegría La Chinita

Palo Negro es uno de los tantos barrios empobrecidos que existen en Maracaibo, capital del venezolano Estado de Zulia. Allí es donde empieza la historia de Jesús Espinoza, un joven de 17 años que estudia el último curso de Técnico Medio en Mención de Electrónica en el CECAL Fe y Alegría La Chinita.

Jesús comenzó sus estudios hace ya 11 años en otra escuela de Fe y Alegría. “Como dicen por ahí”, explica al hablarnos de su primer colegio, “Fe y Alegría llega donde termina el asfalto. En Palo Negro se nota que es verdad, porque Fe y Alegría Santa Brígida está situada en una población de extrema pobreza. Es una zona fuerte, donde se ve el consumo de drogas, el consumo de licor, la violencia…”

La presencia de la escuela, comenta Jesús, ha evitado que en sus alrededores se instalen licorerías, y es muy respetada por ello. “Es una escuela que, sobre todo, se basa en valores y en que los alumnos los adquieran. Los valores que mis hermanos y yo hemos aprendido han hecho, además, que en mi familia estemos más unidos y más pendientes los unos de los otros.” Y es que la escuela Fe y Alegría Santa Brígida no solo cambia la vida de sus alumnos y alumnas: influye también de forma positiva en las familias de todos ellos y en la entera comunidad, a través de la organización de actividades concretas, como visitas y charlas donde se trabajan temas como la resolución de conflictos.

Aunque cuando Jesús comenzó sus estudios técnicos le pareció muy complicado, ahora se declara un apasionado de la electrónica: “Al principio lo veíamos muy difícil, pero cuando nosotros mismos creábamos un montaje −de un semáforo, por ejemplo− nos llenábamos de una satisfacción y una emoción muy grandes, porque veíamos que lo que hacíamos funcionaba, que lo que el profesor nos ponía en la pizarra, al llevarlo a la práctica, funcionaba.”

Cuando obtenga el título de Técnico Medio, a Jesús le gustaría encontrar un trabajo y seguir estudiando, primero Ingeniería Eléctrica y, más adelante, Ingeniería en Telecomunicaciones. “En Fe y Alegría aprendí el verdadero significado de los valores para la vida. Descubrí el don de ser líder y ponerlo al servicio de los demás.”, comenta. “Fe y Alegría es algo muy significativo que nunca pienso olvidar; más bien pienso ayudarla a crecer, a que no llegue hasta aquí, que llegue muy lejos. Que siga creciendo como institución, que siga creciendo y fortaleciendo los valores de muchas personas.”

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- Jesús Espinoza -

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